El día 17 de diciembre pasamos un rato estupendo celebrando y brindando por el comienzo de estas fiestas tan especiales, el nacimiento de un Niño.
Bueno, brindaron los más noctámbulos y los que vivían “muy cerca”.
Encuentro de caras que hace tiempo no se veían, exquisiteces, risas, y un pequeño sorteo para los más afortunados.
Alguno de los números agraciados parecía que no los llevaba nadie, y se procedió a sacar otro. Quizás despiste, quizás fue por dejarle el sitio a otro.
Quien sabe; en estos días la generosidad se agudiza, ¿Por qué será?